Así fue todo
Supongamos que hace cuarenta
y ocho años llovía a cántaros
y en el interior de un auto
azul una mujer gritaba
y a sus gritos los disolvía la tormenta,
y los rayos iluminaban la
ciudad como nunca,
que casi sin aliento la mujer
miró a la partera,
esta le dijo: varón
Imaginemos otro escenario,
que años más tarde en un día
también de lluvia
la misma mujer piensa en aquella noche,
está acostada, mira el
cielorraso y dice: “así fue todo”
supongamos que soy “todo” y
la mujer es mi madre
y un rayo nos ilumina,
que otro hombre muere en ese
instante
en el interior de un auto
azul.
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